Oficina en casa: Después del CoronaVirus.

oficina en casa

Muchos de nosotros tuvimos que adaptarnos rápidamente a la nueva norma que siguió al impacto de la pandemia de COVID-19. Para algunos, significaba hacer pequeños ajustes en casa y convertir casa en tu oficina.

Para otros, sin embargo, fue una revisión completa de su situación laboral.

Así que de repente te encuentras con lo que imaginabas que era el trabajo perfecto: trabajar desde casa. Probablemente no era lo que imaginabas.

Ahora, la realidad es que tu vida personal está invadiendo a tu profesional, y tienes que crear límites entre las dos.

Por donde empiezas:

¡La buena noticia es que es posible! Incluso antes de que COVID 19, la gente ha estado trabajando desde su casa con éxito.

Aquí hay algunos consejos de quienes han «estado allí, hecho eso, etc». Este artículo te ayudará a prosperar en el trabajo en esta nueva vida posterior al coronavirus.


1. Separa tu oficina y tu hogar

Regla número uno de trabajar desde casa: establece un área de oficina aparte de tu vida personal.

Es muy tentador trabajar desde tu cómoda cama o sofá, o incluso montar tu ordenador en el exterior y tomar aire fresco. Ves personas haciéndolo en las redes sociales todo el tiempo, entonces ¿por qué no puedes?

La respuesta es doble. Primero, porque la consistencia es la clave de la productividad. Cuando constantemente haces malabares con tu material de trabajo, te quita un tiempo precioso de tu agenda.

Y segundo, porque tu cerebro tiene que aclimatarse a su entorno cada vez que te mueves.

El debate de lucha o huida siempre está ocurriendo en tu cabeza, lo notes o no. Entonces, a medida que tu cerebro se está acostumbrando al nuevo entorno, se distrae fácilmente y se concentra menos.

En cambio, toma esa energía y decora tu oficina de manera que puedas trabajar pacíficamente. Encuentra un lugar para configurar tu escritorio donde nadie se entrometa, o de lo contrario te desviará de tu objetivo.

Una vez que tengas esta zona, mantén el espacio de tu escritorio de oficina. Si el trabajo se acumula durante el día, no «vayas a casa» hasta que hayas arreglado todo para el día siguiente.

Sobre todo, no permitas que tus cosas personales infrinjan tu entorno de trabajo. Las imágenes y los recuerdos están bien, pero evita que se acumulen facturas o correo en tu espacio de trabajo.

escritorio de oficina
escritorio de oficina

2. Crea un horario y síguelo

Similar a las razones por las cuales necesitas un área de oficina consistente, tu cerebro necesita un horario establecido. Cuando tu rutina es automática, se vuelve casi «sin sentido», lo que ahorra tu capacidad de pensamiento para manejar las tareas diarias que tienes por delante.

Lo mejor de trabajar desde casa es que puedes trabajar con flexibilidad. Pero lo difícil es que a menudo sentirás la tentación de trabajar hasta tarde para terminar. O, lo que es peor, querrás relajarte cuando no estés de humor para hacer el trabajo.

Antes de comenzar una rutina, primero decide cuáles quieres que sean tus horas de trabajo.

¿Tuviste un horario de 9 a 5 antes que odiabas? Tal vez un horario de 8 a 12 y de 2 a 6, con dos horas para un descanso personal te quede mejor. O si puedes hacer la misma cantidad de trabajo en menos tiempo, ¡eso también funciona!

Elige tu horario y agrega tiempo para tu vida personal. De esta manera, es menos tentador hacer llamadas sociales en tu tiempo de trabajo, ya que sabes que tendrás la oportunidad de socializar pronto.


3. Practica el autocuidado regular

Parte de cuidarse es mantener un horario establecido. Puede que al principio odies que suene la alarma por la mañana, pero si tienes algo que esperar, ¡no te importará al cabo de un tiempo!

El cuidado personal es crucial para tu nueva vida. La pandemia de COVID-19 nos afecta a todos, y el mundo ya no es el mismo de antes.

Para prosperar con tus nuevos muebles de oficina en tu casa, debes llenar tu taza todos los días. No tiene que llevar mucho tiempo, pero tiene que ser significativo para ti.

silla y mesa oficina
silla y mesa oficina

Comienza despertando al mismo tiempo y practicando tus rutinas de higiene habituales. Vístete todos los días como si fueras a trabajar. Mantenerse en pijama suena emocionante, pero con el tiempo desgastará tu autoestima.

Luego, decide qué cuidado personal es mejor para tu impulso mental. Todos son diferentes. Lo que funciona para que los jugos fluyan para una persona podría no ser lo que necesitas.

Algunos estimuladores matutinos comunes incluyen actividades como:

  • Meditación: sentarse en silencio durante unos minutos todos los días es una forma maravillosa de despejar la cabeza. Si eres nuevo en esta actividad, hay muchas aplicaciones que te guían en cada paso, como Headspace .
  • Diario: dejar que todo salga en papel te libera de la confusión de todo el día. El dumping cerebral o el registro en diario de las indicaciones son técnicas utilizadas por expertos para mejorar la productividad.
  • Ejercicio: los beneficios del ejercicio diario varían desde una disminución del estrés hasta una mayor resistencia. Tomar media hora para hacer ejercicio todos los días aumenta el flujo sanguíneo y la circulación. Te hace estar alerta, por lo que te enfocas en la tarea en cuestión de manera más eficiente.

Elige al menos una forma de autocuidado en tu día, ¡pero puedes hacer tantas como quieras mientras tengas tiempo!


4. No descuides tu vida social

Dejando a un lado el distanciamiento social: necesitas una vida personal. Es esencial encontrar formas de mantenerse en contacto con las personas que están fuera del hogar en un horario que funcione para ambos.

No es solo unilateral. Las personas no están destinadas a estar solas. Al hacer planes para comunicarse con tus amigos y familiares, ¡también los estás ayudando!

Si no es posible salir de la casa, hay otras formas de socializar. La tecnología nos da la capacidad de hablar cara a cara usando nuestros teléfonos y computadoras.

Descarga las aplicaciones gratuitas, como Skype y Facetime, y programa horarios regulares para pasar el rato. ¡Incluso puedes jugar a juegos de cartas en salas de chat virtuales para divertirte!

Tan importante como es mantener un ingreso estable, también es necesario integrar algo de tiempo de juego en tu día.


5. Conoce tus límites y aplícalos

Lo mejor que puedes aprender cuando teletrabajas en casa no es un programa. Es una habilidad para la vida llamada «establecer límites».

Cuando teletrabajas, tu vida personal y profesional se combinan. Esto sucederá a menos que establezcas límites firmes para todas las personas con las que estás en contacto.

«Horario flexible» equivale a «disponible bajo demanda» para muchas personas. Es fácil caer en la trampa de la culpa cuando alguien te pide un favor. Puedes ayudarlos, incluso si eso te molesta.

La mayoría de nosotros tenemos un hueso «ayudante», ¡y algunos tenemos muchos! La buena noticia es que cuando estableces los límites correctamente, no siempre tendrás que decir que no. Puedes decir «Todavía no» o «Sí, puedo ayudarte en este momento».

Trabajar desde casa todavía significa trabajar. Establecer esos límites puede doler al principio, pero a la larga, salvará tu cordura y ayudará a otros a saber qué esperar de ti.


Conclusión

Recuerda que tu habitación no debería de convertirse en tu área de trabajo, siempre y cuando tengas espacio para montar tu oficina en otra estancia, pero de ser así dale un ambiente relajado a tu dormitorio para poder trabajar a gusto. Desplazado de un entorno de trabajo donde sabes que las rutinas y los procedimientos pueden ser difíciles. ¡Pero ahora tienes la oportunidad de reestructurar las cosas a tu gusto!

Sabes lo que funciona para ti y lo que no. Usa ese conocimiento y estos consejos para prosperar con tu nueva oficina en casa.

Puedes hacerlo, ¡e incluso puede ser algo que termines prefiriendo!

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